viernes, 27 de noviembre de 2009

Una reflexión para todos nosotros, que somos paraguayos...


Y una vez más, héme aquí. No para hablar de mis dudas existenciales, del avance de la tecnología, de mi sentimiento de atraso en cuanto a eso ni de mi medio limón que jamás llegó. Es una de esas épocas sabáticas de mi vida, en cuanto a materia de inspiración se refiere. En que pienso en todo y en nada a la vez. Tal vez sea porque se acerca fin de año y estas fechas fiesteras nunca fueron de mi completo agrado. Por estos tiempos en que casi todo lo que leo me llega al corazón y me emociona, esto no podía hacer menos. Somos paraguayos, no con orgullo, pero no es solo culpa del Gobierno, es la gente. Una manzana podrida pudre a las demás, decía un viejo dicho. Léanlo y después lo discutimos.

"La creencia general anterior era que Wasmosy, Cubas y Gonzalez Macchi no servían.
Actualmente se dice que Nicanor no sirvió y que Lugo tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en lo ladrón que haya sido Wasmosy, en la ineptitud de Gonzalez Macchi o en lo hablador que fue Nicanor.
El problema está en nosotros. Nosotros como pueblo.
Nosotros como materia prima de un país.
• Porque pertenezco a un país donde la viveza es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar.
• Un país en dónde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
• Pertenezco a un país en donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un solo ejemplar Y SACA UN SOLO PERIÓDICO DEJANDO LOS DEMÁS EN DONDE ESTÁN.
• Pertenezco al país en donde las empresas privadas y secretarías de estado son papelerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, bolígrafos, carpetas, marcadores y todo lo que falta sea para la tarea de sus hijos.
• Pertenezco a un país en dónde la gente se siente triunfal si consigue robarse la señal de Cablevisión del vecino o si se piratean el Sky.
• Un país en dónde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones de impuestos para no pagar o pagar menos.
• Pertenezco a un país en donde la impuntualidad es un hábito.
• En donde los directivos de las empresas no generan ningún capital humano.
• En donde no hay interés por la ecología, en donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al sistema cloacal.
• Un país en donde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.
• Donde nuestros diputados y senadores trabajan pocos días al año (y cobran todos los demás como si fueran altos ejecutivos), para aprobar una reforma (miscelánea) fiscal a toda máquina, que lo único que hace es hundir al que no tiene, joder al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.
• Pertenezco a un país donde el registro de conducir y los certificados médicos se pueden comprar sin hacer ningún examen.
• Un país donde puede subir una persona de edad avanzada, o una mujer con un niño en brazos o un minusválido a algún ominbus y las personas sentadas se hacen las dormidas para no dárselo y si alguien le reclama se levantará de mala gana y para decir una mala palabra.
• Un país en el cual el derecho de paso es para el automóvil y no para el peatón.
• Un país en donde su gente esta llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes.
• Mientras más le digo ratero a Wasmosy, mejor soy yo como persona, a pesar de que ayer compré discos y ropa piratas y me consiguieron todas las preguntas del examen de mañana.
• Mientras más le digo falso a Nicanor, mejor soy yo como paraguayo o paraguaya, a pesar de que esta mañana embromé a mi cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas.

No. No. No..¡ Ya basta !

• Como materia prima de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita.
• Esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Wasmosy, Cubas o Nicanor, es lo que nos tiene real y francamente mal.

Lo siento. Porque aunque Nicanor hubiera renunciado, Lugo o el que lo sucediera tendría que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, hemos sido nosotros mismos.

• Y no podrá hacer nada. No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, porque en lugar de tomar nuestro destino en nuestras manos, jodonamente estamos siempre esperando que alguien nos señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, por eso nadie servirá. Ni sirvió Wasmosy, ni sirvió Gonzalez Macchi, ni sirvió Nicanor, ni servirá Lugo.
• ¿Qué? ¿Necesitamos traer a un dictador, para que nos haga cumplir la ley con la fuerza y por medio del terror?
• Aquí hace falta otra cosa. Algo más inteligente que manifestaciones, paros, bloqueos o invasiones.
• Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados...¡igualmente jodidos!
• Es muy bueno ser paraguayo y vivir a la paraguaya, pero cuando esa paraguayidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...
• No esperemos encenderle una velita a Todos los Santos, a ver si nos mandan a un Mesías. Nosotros somos los que tenemos que cambiar, ya que un nuevo presidente con los mismos paraguayos no podrá hacer nada.

Está muy claro... ¿o no?...Somos nosotros los que tenemos que cambiar. Yo creo que esto coincide muy bien en todo lo que nos pasa.
• Siempre le vemos al débil o al desvalido por lastima, por que nos sentimos igual de pequeños.
• Héroes nacionales a quienes ganan algo, lo que sea, porque nos urge vernos reflejados en alguien ganador (porque nosotros no nos creemos ganadores).
• Tenemos que reflejarnos en los triunfos de otros porque los nuestros son muy escasos.
• También sus derrotas las hacemos nuestras.
• Admiramos la mediocridad mediante programas de televisión nefastos y francamente tolerantes con el fracaso (telenovelas, Laura o Cristina, bailando por cualquier sueño ó cualquier estupidez).
• Es la industria de la disculpa y la estupidez.

CAMBIAR NO ES SOLO ELEGIR ALGO DISTINTO!!! CAMBIO YO Y OBLIGO A CAMBIAR. LOS DEMAS TENDRAN VERGÜENZA"

No sé quién lo escribió, me lo envió por mail una amiga. Y me pareció totalmente acertado. ¿No seremos nosotros y no el Gobierno los que nos estamos equivocando? Si hoy no cambiamos de mentalidad, los que mañana asuman el poder, serán igual o más inútiles. Vamos a desterrar la famoooosa ley del paraguayito del "así nomás" o del vai vai. Vayamos por más. en poco tiempo Bolivia o Venezuela van a venir a invadirnos, ¿y qué vamos hacer? ¿Quedarnos sentados a esperar que suceda? Pensémoslo mejor. Ni Nicanor, ni Lugo son únicos culpables de esto. Sin ayuda del pueblo, ningún Mesías ya va a poder salvarnos. Y tampoco me gustaría pensar que debe volver una suerte de Stroessner que nos enderece y nos ponga mano dura. Es una cuestión de mentalidad nomás.

Y conste que esto no lo firmó el león...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Hay que buscarse un amante...


Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.
Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.
Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: "Depresión" y la infaltable receta del antidepresivo de turno. Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE.
Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto. Están las que piensan: ¡Cómo es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica!. Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.
A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición:
Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby...
En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos aparta del triste destino de durar. Y qué es durar? Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.
Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, se vos también un amante y un protagonista... de la vida. Pensá que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie. Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante...
La sicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental:
"Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida". Jorge Bucay

Quiero aclarar que este artículo lo encontré en la página de una amiga, Patty, y se la copié. El autor escribió algo totalmente cierto, y que lo quise compartir con ustedes, mis humildes lectores. HAY QUE BUSCARSE ESE AMANTE. Ese punto de arranque, eso que nos motiva, nos apasiona... Lo que es capaz de transportarnos. Sobre todo en estos tiempos en que uno labura más para sobrevivir que por amor a lo que hace. ¡Pongámonos de novios con la vida! Triste, jodida, pero divertida. Vamos a reírnos de nosotros mismos, de nuestras metidas de pata, de nuestros éxitos, de hacer el ridículo, de los problemas. ¡CERO STRESS! Vamos a ser todos unos divagues y vamos a reírnos del fracaso, para que vea que no le tememos. Olvídense de las arrugas y de pagar las cuentas. A fin de mes ya va a venir la factura para hacerlo, pero mientras vamos a dejar que ese amante nos quite el sueño. ¡VAMOS A ENAMORARNOS! El paso del tiempo no es más que eso, tiempo, el espíritu es lo que se conserva, la esencia y eso no depende de la edad, depende de cuán felices nos sintamos. A fin de cuentas la felicidad plena no existe luego, la felicidad no son más que bellos momentos compartidos. ¡Entonces vamos a vivir la experiencia porque la vida es toda una aventura! Dále, busquen ese AMANTE, que puede ser cualquier cosa que esté ahí y que aún no se dieron cuenta nomás, ese que mueva nuestro mundo, que le da sal y color a nuestra vida. Sobre todo hoy, que cuesta tanto encontrar al medio limón ya que vivimos en una pequeña -y lamentable- burbuja tecnológica.

Les dejo, me voy a buscar un amante... La vida me espera.
¡Bis Bald!

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¡Ponéte a la moda y despersonalizáte!


Si me preguntaran ahora mismo a qué le tengo miedo, sin duda diría una sola cosa: a la tecnología. Definitivamente ya estoy escuchando las risas de todo el mundo ante una respuesta tan irónica, burlona, pero cierta. Ya que nací en una época ochentosa pero cercana a los '90, cuando los avances tecnológicos se sucedían unos tras otros (para mi desgracia). Cualquier otra mujer diría que le tiene miedo a envejecer, a las arrugas, a manejar, al paso del tiempo, a las culebras, las arañas y lagartijas, a los delincuentes y hasta a ciertos hombres.Pero siempre dije que yo soy alguien poco convencional, y que le soy tan indiferente al paso del tiempo (por ahora!) como a la moda, por ejemplo. Creo que nací en esta época por un simple error de cálculo nomás, porque de haber elegido habría sido los '60 (para no decir la era victoriana, que me encanta).

A lo que iba. Así mismo es. Le tengo miedo a esos telefonitos modernos, esos que tienen todo programas para editar fotos y demás chiches, a las computadoras súper equipadas, a Linux, a las cámaras profesionales, a los mp4, ipods y compañía. En serio les digo, no se rían. Me manejo bien todavía con mi celular a cuerda, mi cámara digital simple y mi computadora con Windows XP. ¡Ah! Y con mi pen drive foston de 1Gb todo destartalado que uso para escuchar música retro y rock en español y alternativo. Asi evito luego complicarme. Lo más irónico del asunto es que soy informática y futura periodista. Espero no haberme equivocado de carrera y que en un futuro no tenga la exigente necesidad de actualizarme y adaptarme a tanta tecnología mediática.

Para el tema de hoy no podía elegir mejor canción. Del '97, de los hermanos españoles del grupo Tan Tan Go. Imagínense que en esa época recién empezaba el auge de internet y compañía. A saber ahora qué música dedicarán nuestros hijos en un futuro. Escúchenla mientras lean y vayan haciéndose la idea. "Te di todo mi amor@love.com... Mándame un e-mail que te abriré mi buzón... La la la...".



Pienso que de a poco estamos dejando de ser seres humanos para convertirnos en humanoides tecnológicos. El solo pensarlo, me aterra tal posibilidad. Ya no van a existir más esos intensos cuentos de amor y de hadas en que el galán corría al aeropuerto a impedir que la novia se vaya lejos. Ahora le envían un mensajito desde el cómodo sofá y listo. Ya no corremos riesgos ni aventuras por estar conectados a la red chateando con nuestros amigos y comunicándonos con el resto del mundo sin salir de casa. Me asusta, en serio.

La tele luego me da miedo. En vez de crear conciencia, idiotiza, diría. No forma, deforma más bien. Los bebés ya nacen con un celular bajo el brazo, las "criaturas" de 10 ya tienen chico'i (yo a esa edad jugaba todavía a las muñecas, ahora juegan a los muñecos... pero de verdad), los de 15 ya manejan y todos vuelan. Y a veces siento que me quedé en el tiempo. No creo ser la única que sienta eso. Nos estamos DESPERSONALIZANDO. Y asusta más que cualquier historia de terror de Stephen King o que algún juego sangriento de Jigsaw. A mí me asusta hasta el orkut, que muestra tus actualizaciones, tus cambios, tus amistades, tus contactos... Y dentro de poco no dudo que hasta cuente cuando vas al baño también.

El mundo nos está exigiendo competir y atualizarnos constantemente. Todavía soy de la mentalidad de cambiar el mundo. Soy idealista, no romántica, lo aclaro. No creo en las religiones, en los políticos ni en nada que se le parezca. Pero las tecnologías nos facilitan la vida, nos hacen más haraganes y nos hace perdernos de tantas cosas lindas que tiene el mundo real y la naturaleza para ofrecernos, pero AFUERA, no dentro de nuestro florero.

Pareciera que jugamos la Guerra de los Mundos donde somos maniquíes esperando de brazos cruzados la invasión extraterrestre. Si Facebook fuera un país, sería el 3º más poblado del mundo. ¡Por Dios! Y me pregunto yo, ¿esto es una revolución o una moda?

martes, 24 de noviembre de 2009

Breve historia de lo que alguna vez fue...


Estuve encantada. Tal vez una, dos o tres veces. No sé. Solo tengo la certeza de que en una de esas me enamoré. De vos. Sí, de vos. De vos, que hoy estás lejano, que quizás seas el último en leer esto, si lo hacés. Tal vez seas el último en visitar mi blog y ver parte de mi alma revelada en él. Hoy ya no estás conmigo, y yo puedo estar sola, aunque en realidad no lo sienta así. Estoy viva, buscando feliz mi camino, en la espera de mi medio limón (porque sabés que las almas gemelas para mí son cursis y que yo soy la mitad de un fuerte y agrio limón que debe estar huyendo despavorido por algún espacio minúsculo de este mundo). Ese que irónicamente pueda alimentarme. Porque siempre digo que hasta que no llegue aquel que logre descolocarme y que me quite el sueño, simplemente no valdría la pena intentarlo siquiera.

Aclaro que no busco volver al pasado. Fui feliz, lo sigo siendo, de una manera distinta. Pero rememorar es como volver a vivirlo, vivir momentos que me hicieron ser la mujer que soy hoy. Cogí tu mano, cogiste la mía y volamos juntos. Hoy, yo sigo volando... pero ya por mi cuenta.

Ya no más palabras. Dejo lo siguiente al lector... Y a vos. Con un tema que te lo dediqué desde el primer día en que nos conocimos. Porque sí, te conocí un día de enero con la luna en mi nariz y como ví que eras sincero (gracias! Porque en estos tiempos en que es tan jodido encontrar gente simple, honesta y espontánea, vos supiste demostrarme que hay quienes son diferentes al resto del mundo) en tus ojos me perdí. Ya te encontré varios rasguños que te hicieron por ahí, pero mi LOCO amor "fue" tu mejor doctor (y tu loco amor también "fue" el mío). ¡Arrivederci!



-----FLASHBACK-----
Hay cosas que uno no llega a entenderlas.
Dudas que siguen ahí como si hubiesen sido ayer.
Yo, en particular, nunca voy a terminar de entender cómo de un día para otro se acabó el amor.
Tantas palabras lindas, tantos momentos compartidos… Y de repente, nada.
¿Cómo pudimos querernos tanto? Recuerdo cada momento que viví contigo y fui muy feliz.
Cuando venías a abrazarme, a buscar consuelo, a llorar tus desgracias.
Cuando teníamos conversaciones por largas horas y siempre terminaba con un dulce ‘te quiero’. Un ‘te quiero’ que siempre significó demasiado para los dos. Con ese ‘te quiero’ me regalabas el cielo, me bajabas una nube, o mejor aún, me alzabas a ella…
Pero un día, se acabó.
Ni consuelos, ni llamadas, ni un mensaje de texto, ni un ‘te quiero’…
Le sigo buscando explicaciones, excusas, varios motivos por el cual se acabó. Pero no lo encuentro. No sé cuál es la razón que hizo que nos separemos así.
Yo lo admito, fui muy indiferente a tus sentimientos. Pensaba que el ser dura me daría ventajas. Pero me equivoqué. Me equivoqué grande, pero aprendí.
Hoy ya no contestas mis mensajes, no haces caso a mis llamadas. No sé qué pasará por tu mente.
Pero ya te perdí. Te lloré, te busqué. Pero no me arrepiento.
No me arrepiento porque crecí, maduré. Me hice más fuerte. Hoy sé lo importante que es demostrar lo que sentimos, no guardarnos nada.
Me enseñaste lo importante que es dar amor. Y aunque pasamos diferencias donde creía ser yo la incondicional, no te guardo rencor.
Porque aprendí a amar con independencia, con madurez. Y aprendí a valorarme a mí misma.
Y me admiro. Sí, me admiro. Porque después de tantas caídas, después de tantas desilusiones… Sigo creyendo en el amor. Pienso que en algún lado debe existir. Y que algún día me ha de llegar.
Hoy sólo digo una cosa, lo que viví, fue el recuerdo más lindo de todos. ¡GRACIAS!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Saldo de fin de semana


Si alguien dice que este fin de semana no hubo luego informes noticiosos para redactar, está teóricamente, mal de la cabeza.

Y volvió a ocurrir lo de hace 5 años. Un incendio que se cobró vidas inocentes y unos cuantos heridos. "Explotó la Bomba", literalmente hablando. Una verdadera lástima que tengamos que llegar a estas instancias para darnos cuenta de lo mal que estamos y de la falta de seriedad de parte de las entidades responsables acerca de tomar las medidas de seguridad correspondientes para la habilitación de un centro comercial o de lo que fuere. Gracias al cielo (al Cielo digo, porque soy escéptica o agnóstica, como quieran llamarlo) y a los principios que me han enseñado mis padres y la vida misma (en el transcurso de mis cortos 20 años, pero de mis grandes aprendizajes a lo largo de ella), soy una persona optimista y alegre, positiva y con fe en el futuro, que siempre intento ver pese a todo, el vaso medio lleno. Solamente hubieron dos víctimas mortales, 20 heridos y solo uno fue a parar al Hospital del Quemado. Pero el daño ya está hecho, más muertes a causa de un tema tan gastado y tan comentado como este.

También volvió a ocurrir lo que sucede en cada clásico futbolístico. Es emocionante ver jugar a nuestro equipo con alma y dejando todo en la cancha. Es lindo ver que los aficionados vayan a la cancha a alentar a nuestros equipos locales, que les animen y les motiven moralmente. Que compartan, socialicen y fomenten los deportes. Pero es feo caer en lo que volvimos a caer el domingo. Murió un joven aficionado cerrista a causa de un balazo en la cabeza propinado por un hincha olimpista. La batalla de las barras bravas es un tema a no acabar. ¿Pero cobrarse vidas? Siempre digo que la cultura y el deporte deben ser las dos únicas cosas que en este mundo no pueden estar hechas con maldad, que son puras y hasta desinteresadas, porque hay que realizarlas con el corazón. Pero después de esto ya no sé qué pensar. No soy cursi, ni mucho menos. Pero ¿tengo o no tengo razón?

Y el tema que hasta hoy nos hace sentir impotentes: más de un mes del secuestro del ganadero Fidel Zavala. La esposa clama un desesperado pedido de piedad a los secuestradores de su marido. Y es que hasta hoy siguen saltando detalles del día de su captura, pero no se logra hallar con él ni contactar vía telefónica a los secuestradores. Ahora se reconocen a integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo como autores reales del rapto, pero aún no se llega a ellos. Y es que este parece ser el país donde los criminales pueden más que la mismísima justicia. Magna Meza, Alcides Mereles y compañía, autores del grotesco asesinato a Cecilia Cubas y de otros secuestros, siguen teniendo el mismo poder de siempre. Hoy puedo decir, no en balde, que el mail que me habían enviado cuando Zavala habían sido recién raptado, era cierto. "Hoy somos todos Fidel Zavala", más que nada, por la impotencia de no poder tomar justicia por nuestras propias manos, de no poder lograr la tan anhelada paz y tranquilidad en un país que ya bastante ha tenido como víctima de incansables luchas, revoluciones, golpes de estado, levantamientos sociales, etc.

Dos muertos, 20 heridos. Una víctima del deporte. Y Fidel con paradero desconocido. Además de miles de niños huérfanos, desamparados, pirañitas, menores que pasan a ser trabajadoras sociales, incontables asaltos domiciliarios y callejeros. Y digo, ¿qué nos está pasando? ¿Tan mal estamos? ¿O es que el mundo está destinado nomás luego a que alguna vez empiece a funcionar al revés? Porque es un hecho que no solo Paraguay está siendo víctima de tantos vaivenes delincuenciales y compañía.

Hoy todos estamos atados de pies y manos, con la boca tapada y los oídos sordos. Y no solo Fidel...

No soy supersticiosa, no creo en el destino, tampoco en los milagros (les advertí que era escéptica). En lo único que creo es en el poder de la mente, en el actuar de las personas y en el CAMBIO. Sí, todavía le tengo fe a esto último, pero no si antes no estamos dispuestos a cambiar primero la mentalidad de nosotros mismos.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cultura: ¿Con qué se come?


Esta mañana estaba messengereando con un primo y hablábamos acerca del arte. Le comentaba lo que eran mis clases de teatro con Tana y Juan Carlos. Me decía él que si quería podía recomendarme para la parte de Cultura del Ministerio, y que ellos se encargaban de becas internacionales y demás, pero me subrayó claramente que si quería dedicarme al arte, que me lo piense bien, y que de todas formas él me iba a preguntar 6 o 7 veces si eso es realidad lo que quiero hacer, porque en este país la vida de un artista es POBRE y MISERABLE. Totalmente cierto.

Pero no es solo esta parte de la conversación lo que compete a este artículo. Lo que más llamó mi atención fue algo que siempre creí firmemente, pero que me sorprendió escucharlo de él, alguien no muy habitué de los teatros ni de las noches culturales que tenemos. Me dijo "en este país la gente se asusta con decir la palabra CULTURA". ¿Cómo puede ser tan fácil asimilar esta triste realidad y aún así no ser capaces de cambiarla?

Durante la colonia, las manifestaciones teatrales fueron muy pobres y escasas, éstas solo consistían en actos alegóricos de desfiles de personajes disfrazados y diálogos dramáticos cuando había alguna visita de virreyes o algún cambio de gobernador. Los pocos avances artísticos fueron clausurados totalmente por el aislamiento en que nos mantuvo el Dr. Francia después de la Independencia. Recién con Don Carlos A. López se sentaron las bases del teatro paraguayo cuando contrató a un profesor, dramaturgo y director teatral español, Ildefonso Antonio Bermejo, que llegó al país para formar el primer elenco teatral nacional, además de diseñar y construir el edificio del Teatro Nacional (en la parte trasera de lo que hoy es el Teatro Municipal). Él enseñó actuación, tradujo obras del francés e inglés, montó obras y planificó las primeras temporadas.

Mucho más adelante, con Julio Correa, en la década del 30, surgió para el Paraguay algo de enorme significación cultural para un país bilingue, como lo fue y es el teatro en guaraní. Y ya después, con el inicio en el teatro del prolífico escritor Mario Halley Mora, surgen varias piezas en yopará para que nuestra cultura empezara su auge.

Y es que me sorprendió en qué devenía la conversación tan intrascendente que inciamos con este primo. De hablar de bueyes perdidos y demás hierbas, terminé sacando algo tan rico y profundo como esto, la importancia que puede tener nuestra cultura, tanto para nuestra identidad nacional, como para nuestra propia historia enriquecedora. ¿Con qué se come? Me preguntarán. Con alma, corazón y sobre todo con valor. Porque hay que tener los pantalones para atreverse a ver más allá de lo que alcanzan a mirar nuestros ojos. Nunca escuché mayor mentira que eso de que "en este país no se puede vivir del arte". No, señor. El arte te da de comer, te da dinero, te permite darte gustos. No una vida de reyes, pero casi. El tema, como en todo laburo, es que hay que sacrificarse mucho, a veces el doble, pero el paraguayito pues es taaaan kaigüe, que estamos acostumbrados a hacer todo vai vai, el famoooso "así nomás", o "nambré". Y después nos quejamos porque viene un extranjero a ocupar puesto en los medios, a crear empresas y a dar fuentes de trabajo.

Qué lo que tiene de malo la cultura. En siglos pasados los artistas, sean pintores, bailarines, cantantes... eran discriminados y condenados socialmente. Los más grandes pensadores de la época fueron rechazados por ser densos, intensos y profundos. Y hoy día son los más célebres estudiados de la historia. Da Vinci, Wilde, Platón, Sócrates... Pensadores, ideólogos, sociólogos, artistas que dieron más a este mundo que presidentes y políticos de todas las índoles. Hasta hoy día es mal visto un hombre que sea bailarín, y apenas aparece, los prejuicios no cesan. Prohibidísimo hablar, o escuchar hablar o ir a ver y hablar a la vez, de algo tan magnífico y puro como el ARTE. La forma abstracta de transmitir sentimientos y pensamientos. La forma más sutil de transmitir vida y lealtad.

"Si vuestra obra de arte es buena, si es verdadera, encontrará su eco y se hará su lugar ... dentro de seis meses, de seis años, o después de vuestra muerte. ¿Qué más da?", decía Gustavo Flaubert, un escritor francés considerado uno de los mayores novelistas occidentales. Pero qué pena que solo la muerte sea el motivo de recuerdo de unos cuantos. "Mentir, decir cosas inciertas maravillosamente, es la finalidad adecuada del arte", firmaba John Ruskin, escritor, crítico de arte y sociólogo británico. ¿Será que mentimos, o solo revelamos parte de nuestra alma en ella?

Ahora dígame usted quién hizo más por el mundo -y por el país-. ¿Videla o Mozart? ¿Stroessner o Van Gogh? ¿CARLOS GÓMEZ o Nicanor?