miércoles, 3 de febrero de 2010

Veintiún años de cáscara vacía


Era una nublada mañana de viernes, cuando las balas asesinas cesaron y la gesta que trajo luto y lágrimas a decenas de familias paraguayas, era eclipsada en ese momento por la alegría indescriptible de la libertad.

Tenía menos de dos meses de nacida, pero entre tantas anécdotas que quedan en la familia y narradas por papá, mamá y los abuelos, una de ellas es que apenas se escuchaba en la radio los pormenores de la nueva autonomía nacional, papá alzó a mi hermano y lo lanzó al aire como símbolo de orgullo y satisfacción. Paraguay recuperaba su libertad de la mano de varios militares liderados por el Gral. Andrés Rodríguez.

No importa de qué lado haya estado Usted hace 21 años. Tampoco importa si qué fue lo primero que hizo al escuchar esa noticia. Lo que es seguro es que se acuerda cómo y dónde se enteró que ya nada iba a ser igual.

Durante este régimen, fueron asesinadas alrededor de 4000 personas debido a las tácticas de mano dura contra la disidencia implantadas por el Gral. Stroessner, en especial contra los comunistas, empleando la tortura, el secuestro y el crecimiento de la corrupción. La contrapartida de estos hechos, fue el impresionante progreso material al que accedía el país con la construcción de importantes infraestructuras como carreteras, escuelas, edificios, universidades y ciudades como Puerto Lis (en 1957), más tarde llamado Puerto Presidente Stroessner, y en 1989 nombrado, finalmente, Ciudad del Este.

Hasta hoy podemos decir que este poco más de dos décadas sin miedo, está entre las noticias más auspiciosas de las últimas tres décadas. El miedo sordo e indefinible, transmitido de generación tras generación hasta asentarse de manera sólida en nuestros códigos de convivencia, se supone fue desterrado.

Muchos consideran que ese miedo paralizante, contagioso y epidémico que se infiltrada irresistiblemente en todas las hendiduras de la sociedad y que se mimetizaba bajo distintos disfraces era solo de la época stronista. Pero… ¿no estaremos un poco equivocados? Quizás era un miedo siempre forjado en experiencias cercanas a exilios y compañía, pero en que a la par de que los derechos humanos eran pisoteados, veíamos grandes progresos económicos.

¿Y hoy? A ver si Usted me puede decir un progreso importante en esta última década. Más que el derrocamiento del poder del Partido Colorado tras 60 años de hegemonía, ¿hubo algún avance en el rubro socio-económico del país? Creo saber la respuesta.

Paraguay recuperó su libertad, se volvió autónomo por segunda vez después de 35 años de rígida dictadura. Pero una vez alguien dijo algo muy sabio: la democracia con el paraguayo pareciera no funcionar. Antes mis padres y mis abuelos podían sacar el catre afuera y dormir sin la incertidumbre de que amanecerían desvalijados o sin la preocupación de que directamente no amanecerían… Vivos. Hoy asaltan nuestros derechos de forma descarada y nos sigue apoderando el mismo miedo de mierda que truncaba iniciativas, talentos y proyectos personales.

Festejamos 21 años de aquella hazaña, una más para el sangriento y peleado portuario histórico del Paraguay, pero seguimos viviendo en dictadura, solo que en una dictadura enmascarada. Una disfrazada de democracia. La impunidad no exige amnesia y eso sí es un buen motivo para celebrar. Saber que desde hoy y que nunca más nos debemos sentir frustrados por esta democracia de baja calidad que nos gobierna. Hay que mantener viva nuestra historia para no repetirla.

No se trata de buscar motivos pueriles para justificar un brindis, se trata de conocer mínimamente nuestra historia y buscar un punto de inflexión para que ya no despilfarren nuestras libertades y para que el desencanto y la miseria dejen de crecer.

Todo es más claro que hace 21 años. Acá ya no hay demócratas y autoritarios. Comunistas y anticomunistas. Ahora estamos nosotros, los ciudadanos, tras más golpes de Estado, varias desapariciones e importantes muertes. Pero más fortalecidos para enfrentar a esta ¿semidictadura? A la que fue sometida nuestra democracia.

La nomenclatura stronista fue desterrada, pero hoy nos atacan miedos igual o más atroces que los de hace 21 años. Miedo a no llegar con vidas a nuestras casas, a que los culpables no sean castigados y a que la impunidad y la corrupción sigan siendo el pan nuestro de cada día. Somos libres, pero de qué libertad hablamos cuando hay 15% de desempleo juvenil, miles de niños en las calles, familias disfuncionales y padres que emigran al extranjero para mejores condiciones de vida, mientras el EPP sigue cobrándose víctimas y mientras seguimos de cerca disputas entre Iglesia Católica y Estado. Es algo de nunca acabar. Dígame, ¿hay Paz, Trabajo y Bienestar con o sin Stroessner? Puesto que ni el 20 de abril de 2008 pudimos lograr el tan ansiado cambio. Cambiamos de color, pero no de gente. Son personas con rostros y nombres distintos nomás los que están ahora arriba. Y aún así, ni un solo progreso que opaque tales hechos faltantes de dignidad.

Ahora contéstese Usted. ¿En serio en Paraguay vivimos en democracia?

Les dejo con unas sabias palabras del Premio Nobel de la Paz 1993, Nelson Mandela, en un discurso dado en la Cumbre del Mercosur (en que por primera vez un presidente de un país no integrante del Mercosur era invitado) en Ushuaia en el año 1998:
“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento”.

1 comentario:

  1. Desde mi punto de vista, lo que el Paraguay logró al derrocar al "Tiranosaurio" fue la
    Pedo-cracia, porque se supone que con la democracia se lograría el bien para el pueblo, una participación directa... pero de que sirve tener derecho de expresión si es que no hay garantias en el poder?.
    Hoy debería de recordarse la peor jugada de los Paraguayos contra su País, en donde los militares colorados seducieron a los liberales con la promesa de la democracia... luego se fueron los militares y se empezó un gobierno civil, pero siempre con la bandera del A.N.R.
    Hoy ese partido ya no está en el poder, pero en el senado quedan aún los mentores de ese golpe de estado, los colorados que traicionaron a su General... creo que ellos son el cancer que produce la mentalidad del vai-vai, de la corrupción y todo el legado que se refleja en nuestro pais devastado por la herencia de Stroessner y sus sucesores.
    Hace falta una nueva dictadura, creo que es la unica solucion para imponer una nueva mentalidad, otras ideas que saque a este país a flote antes que se nos hunda el barco.
    Yo tambien soy un joven que no recuerda la caida del régimen, pero soy una mezcla de dos mundos diferentes, mi madre es Stronista y mi padre es socialista... hasta ahora solo escuché las dos versiones con sus propios argumentos... pero no estoy de acuerdo con ninguna de las dos posturas...
    Como dije, Pedo-cracia se llama lo que estamos viviendo, una forma de gobierno que busca a gritos una dictadura constructiva, que compense esa dictadura maquilladora y nociva como la stronista.

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