sábado, 12 de diciembre de 2009

Paraguay y los derechos humanos


El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tras este acto histórico, se dispuso que fuera "distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios".

Es así como nace esta fecha memorable. Pero… ¿qué son en realidad los derechos humanos?

Libertad, paz y justicia en el mundo. Dignidad para todos.
El derecho humano es un compromiso con la dignidad y la justicia a escala universal. No se trata de un lujo ni una lista de deseos, se trata de los valores básicos de todos nosotros, de la dignidad humana que es inherente a la no discriminación, a la igualdad, a la equidad en todos los lugares y en todo momento. Esta Declaración es universal, nos incluye a todos.

Desde su aprobación en 1948, la Declaración ha sido y sigue siendo una fuente de inspiración de los esfuerzos nacionales e internacionales para promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales.

A lo largo de la historia mundial, los mismos se han visto vilmente afectados y alterados. Desde los negros hasta los judíos y hasta los pobres y esclavos.

A 61 años de de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Paraguay sigue aplazado en varios aspectos. Las condiciones penitenciarias, la corrupción en la Policía y los pocos avances en salud y educación, son solo algunos de los aspectos que nos retrasan socialmente a nivel mundial.

La cárcel de Tacumbú, como muchos lo describen, es como el mismísimo infierno, pero en el más acá, no en el más allá. Las condiciones siguen siendo pobres e inhumanas, la policía sigue padeciendo de altos niveles de corrupción, de la débil capacidad de investigación para combatir el crimen y mucho menos para garantizar los derechos de las personas.

El representante regional para América del Sur de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Amerigo Incalcaterra, refirió que Paraguay sigue enfrentándose a la problemática del acceso a la tierra, además del poco avance en el mejoramiento de la educación en guaraní y de la inclusión de indígenas en el sistema educativo. Mencionando que estos últimos puntos señalaba Fernando Lugo como sus mayores prioridades antes de asumir la Presidencia de la República.

Hasta hoy día, la discriminación sigue siendo un tema a tratar, en cuanto a patrones sociales, étnicos, urbanos, rurales, de la mujer y los niños. Los subempleos, el trabajo infantil, la violencia doméstica y la trata de personas.
Hablamos de derechos humanos, de un país democrático y de los valores conservadores del paraguayo. Conmemoramos el 61º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos durante un acto en el Palacio de Gobierno el 10 de diciembre pasado, hablamos de ello como algo corriente, pero ¿dónde están en realidad? ¿Guardados bajo la cama? ¿En el ropero?

No podemos hablar de los derechos humanos en un país disfrazado de una democracia enmascarada, en donde no hay oportunidad ni participación juvenil, en donde el arte está mal visto y casi desterrado, en donde discriminamos a nuestros ARTISTAS y damos plata a extranjeros que vienen a ofrecernos más de lo mismo nomás.

En fin, qué derecho tenemos para hablar de los derechos humanos teniendo a niños en la calle que poco a poco se van degenerando mientras los padres se sientan en una esquina a verlos pedir dinero. De qué derecho humano hablamos cuando la IMPUNIDAD y la CORRUPCIÓN son el pan nuestro de cada día. Cuando la justicia es más mito que el mismísimo Jasy Jatere. Cuando sabemos más de los hijos de nuestro presidente que de su programa de Gobierno.

De qué derecho humano podemos hablar cuando la educación no es gratuita, solo alcanza a unos cuantos y resulta ser mediocre. Qué clase de derecho humano es el que permite a nuestra gente emigrar a otros países dejando familias huérfanas y disfuncionales para poder ganarse el pan de cada día. Qué clase de derecho es aquel que no reacciona ante el aborto y que tampoco invierte en educación sexual para evitar el embarazo no deseado que en un futuro formarán niños/as desamparados/as.

¿Dónde queda el derecho humano en un país sin oportunidades para los discapacitados? Donde una persona de edad (léase anciano/a) no puede subir a un bus y si lo hace nadie le cede asiento. Lo mismo con una embarazada. Donde hay que tener más pantalones para sobrevivir al viaje tormentoso y haciendo malabares para no llegar bajo la rueda.

¿De qué DERECHO HUMANO hablamos cuando los mismos son pisoteados una y otra vez y lo fueron a lo largo de la historia?

El día es hoy. O cambiamos ahora o nunca. Hagamos algo diferente para conseguir diferentes resultados. Si siempre hacemos lo mismo y estamos como estamos, ¿no será que deberíamos cambiar la antigua metodología por una distinta? Así al menos seguiremos el paso al progreso.
¡EL PARAGUAYO PUEDE!
Es kaigue nomás… (y me incluyo).

Todos somos diferentes, pero con los mismos derechos. Y el más importante : la VIDA! La ubicación geográfica, el color de piel y la religión pasan a ser secundarios cuando existe igualdad.
¿Cómo andamos por casa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario