jueves, 27 de mayo de 2010

Gente


Hay nomás luego gente de todas clases. Este mundo es una diversidad inmensa de género. Y sería poco interesante incluirme yo misma en algún círculo. Por eso me voy a limitar a hablar de dos especies en específico.

Vieron que hay gente que te hace sonreír apenas diciéndote ‘hola’, o que con solo verle ya te levanta automáticamente el espíritu. Ya sea porque alimenta tu ego (o porque sabés que lo va a hacer), o porque sabés que con esa persona podés divagar por horas sin aburrirte, o incluso, pasarla bien con sus silencios. Sí, hay silencios amenos, confortables y amorosos.

Este tipo de gente, por lo general, llevan colgada una sonrisa en los labios, o bien, cierto brillo en los ojos, que te transmite inocencia, empatía o buena onda. Y no importa si es un extraño o alguien muy cercano. Casi nunca las primeras impresiones son del todo erradas.

El otro tipo de persona… ¿Vieron que hay nomás luego personas que no te generan nada de los descripto más arriba ni con el mejor de los chistes? Y así como los de la primera escasean, abundan los de esta segunda especie. Que puede caerte bien a lo mejor después de unas cuantas rondas de cervezas (cuando ya a casi todo el mundo le cae bien o le da igual todo el mundo). O después de una charla mientras se quedan atorados en el ascensor, o simple y sencillamente, no hay forma de que te inspiren absolutamente nada.

No sé si se trate de una elección. Una vez leí que todos ya venimos al mundo con nuestra propia estrella y me empecé a hacer la propia idea de que algunos además, más que estrellas, venimos estrellados. Y así también supongo que ya nacemos para transmitir algo, cuando hablamos, cuando caminamos, cuando miramos, cuando nos relacionamos…

En fin. Es una cosa rara que ocurre cuando me cruzo con alguien por la calle o cuando veo a un amigo. ¿A ustedes también les pasa?

En realidad, no había un punto específico para esta entrada. Más que agradecer a ciertas personitas que me alegran el día con sus simples mensajitos de textos, o alguna que otra llamada para charlas existencialistas. O con solo verlo conectado al msn. Y yo sigo sin poder describir lo feliz que esta persona puede hacerme, particularmente.

¡GRACIAS!

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